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En el apartamento, ambos sabían que no se rendirían hasta que los gritos de placer llenaran cada rincón, dejando claro que su deseo de continuar era inquebrantable.
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Con cada caricia en el apartamento, aumentaba la intensidad del deseo y la decisión de no parar hasta que ninguno de los dos pudiera resistir más.
En el estrecho espacio del apartamento, se dejaron llevar por la pasión desenfrenada y el deseo intenso de no parar hasta que ninguno de los dos pudiera más.
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La amiga le susurró al oído palabras tentadoras que hicieron que su corazón latiera más
La novia tomó la iniciativa y guió a su amante hacia un viaje de placer sin límites, prometiéndole que estaría a su lado hasta que
La amiga le susurró al oído que tenía la intención de no detenerse hasta que él se rindiera a un placer incontrolable y ella alcanzara la máxima satisfacción.
La novia tomó la iniciativa, sus labios encontraron los del novio con pasión desbordante, dejando claro que esa noche ella sería quien marcara el ritmo.